En esta serie seguí lo planteado
con la corrección anterior de volver a retratar a Matías solamente en su habitación.
En esta ocasión, las imágenes si fueron buenas en su aspectos técnicos (encuadres
y exposición), pero aun faltaba cohesión a la serie. Pero un hallazgo fuerte en
la que continuar trabajando, que fue la del papel pegado en la puerta de la habitación
con el Reglamento Interno del Hostel. La idea analizar bien lo dicho por el
Reglamento, y de ahí construir el retrato de Matías ayudado también por las
indicaciones anteriores, como el tema de la colorimetría dada por la iluminación
de la habitación y la dada por la pantalla, cosa que fue una constante en toda
la realización del TP hasta el momento.
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